Y todo fue por Amor… Basado en una historia real, el intrigante y seductor Conde fue inspirado en Vlad Draculea, también llamado Vlad Tepes o, macabramente, Vlad “el empalador” que fue Príncipe de Valaquia y que vivió entre los años 1431 y 1476 en el actual sur de Rumanía. Su reinado de terror y su famosa crueldad contuvo una y otra vez al gigante imperio Turco Otomano que amenazaba a su pueblo y cercaba su reino dispuesto a aplastarle. Rodeó su reino con entre 40.000 a 100.000 hombres empalados (según las fuentes que se consulten) para minar la moral de sus adversarios. Y lo logró. Jonathan Harker acude al castillo del mismísimo conde Drácula para gestionar las compras que éste decide hacer en tierras inglesas. Extraño vello corporal, dientes afilados, orejas puntiaguadas... Harker cada vez está más convencido de que, lo que él creía que eran meras supersticiones, se acercan mucho a la realidad. Pero el Conde le retiene preso cada vez más y más tiempo...
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